La Buena Semilla: Miércoles 21 Octubre
Miércoles
21
Octubre
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
3 Juan 1:2
La verdadera vida comienza en el interior

Mientras caminaba por la calle, mis ojos se fijaron en una frase expuesta en una tienda de muebles: «La verdadera vida comienza en el interior». Sin duda el objetivo de este eslogan publicitario es llamar la atención sobre la importancia de sentirse bien en casa, o de tener una sensación de logro social. Pero esta frase me interpeló… Más allá de las apariencias, ¿dónde está mi «interior», mi alma?

Cuando nos encontramos con un amigo o un vecino, a menudo le hacemos esta pregunta trivial: ¿Cómo estás? Sin embargo, esta pregunta es profunda y va más allá de la salud física. Podríamos preguntar: ¿Cómo estás por dentro? ¿Cómo va tu alma? ¿Estás desanimado o tienes esperanza? ¿Estás triste o feliz? ¿Estás lleno de resentimientos o has perdonado? ¿Estás preocupado o tienes paz? A veces estamos como atrapados en el trabajo, en diversas obligaciones o en actividades de ocio, y no nos tomamos el tiempo para descansar, para dar al Señor Jesús la oportunidad de cuidar de nuestra alma.

La verdadera vida comienza en nuestro interior, en nuestros corazones, cuando depositamos nuestra confianza en Jesús y solo en él. Entonces la nueva vida que él nos da se manifiesta exteriormente en obras y en palabras de bondad, justicia y verdad. La buena salud de nuestra alma estará acompañada de un resplandor exterior benéfico para los que nos rodean.

“Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca… Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:5, 7).