La Buena Semilla: Miércoles 14 Octubre
Miércoles
14
Octubre
Habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios.
Romanos 1:21-22
Hombres y mujeres

Cuando leemos el primer libro de la Biblia, vemos las maravillas de la creación. Dios es el Creador. Creó mediante una palabra de poder (Génesis 1:3-29). En cuanto a los seres humanos, este relato dice: “Varón y hembra los creó”.

Hombres y mujeres fueron creados por Dios iguales en valor, pero el hombre y la mujer no son idénticos. Existen diferencias esenciales entre hombres y mujeres, los dos géneros creados por Dios.

Ambos están formados por un espíritu, un alma y un cuerpo; pero en estos tres ámbitos, Dios los creó diferentes, por ejemplo, en lo relacionado con sus emociones, e incluso con sus responsabilidades. Una inversión de los papeles entre hombres y mujeres solo trae consecuencias nefastas.

En el matrimonio, un hombre y una mujer se unen, con la posibilidad de concebir hijos en una comunidad de vida, amor y ayuda mutua. Esta unidad, que concierne al espíritu, al alma y al cuerpo, no excluye las diferencias que Dios ha establecido entre los sexos. La pareja progresa en esta unidad y complementariedad.

El creyente que comprende la grandeza, la sabiduría y el amor de Dios en la creación se aferra a estos fundamentos. El papel de cada uno es transmitir estas bases fundamentales a sus hijos, para que puedan escapar al engaño y a las seducciones de este mundo apartado de las instituciones divinas, como consecuencia de su alejamiento de Dios.