La Buena Semilla: Domingo 4 Octubre
Domingo
4
Octubre
Le dijeron (a Jesús): ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde el principio os he dicho.
Juan 8:25
Dijeron a Pilato… No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos. Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito.
Juan 19:21-22
El escrito sobre la cruz

Los líderes religiosos de la época de Jesús se negaron a reconocerle como el Mesías prometido. Pidieron su muerte, acusándole de hacerse “rey” (Juan 19:12). Aunque Pilato, el gobernador romano, estaba convencido de la inocencia de Jesús, cedió, y Jesús fue crucificado.

Pilato puso un escrito sobre la cruz: “JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS”. Molestos, los líderes religiosos le pidieron que corrigiera el escrito. Así mostraban su incredulidad. Poco antes Jesús había dicho que él era quien decía ser (Juan 8:25). Pero ellos se negaban deliberadamente a creer lo que Aquel que es “la verdad” decía (Juan 14:6).

Este escrito inquietaba sus conciencias, porque proclamaba justamente la verdad. Pero Pilato se negó a modificarlo. Dios quería que la identidad del Crucificado fuera proclamada claramente. Escrito en hebreo, griego y latín, el mensaje era visible y comprensible para todos.

La incredulidad de los líderes religiosos ante las palabras de Jesús (Juan 5:47) es un eco de lo que ocurrió en el huerto del Edén, donde el hombre se atrevió a dudar de la palabra de Dios (Génesis 3:1-7). Como al principio, Satanás, el mentiroso y asesino, estaba detrás de la escena, oponiéndose al Salvador (Juan 8:44).

Dudar de la Palabra de Dios es un principio que impera en este mundo, hoy como entonces. Pero Jesús dio su vida en la cruz para salvar a los que creen lo que Dios dice: “La dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús” (Romanos 6:23).