La Buena Semilla: Viernes 16 Octubre
Viernes
16
Octubre
Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón.
Jeremías 15:16
Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos.
Salmo 119:162
Dar testimonio de su Salvador

Un hombre de 95 años acababa de morir; me llamaron para dar un mensaje en la residencia de ancianos donde él vivía. Según su voluntad, yo debía leer tres textos de la Biblia que él había elegido para el día de su funeral. Todo el personal de la casa de ancianos estaba allí, junto con muchos de los residentes, y todos estaban muy conmovidos.

– El primer texto: “Ella (tu palabra) es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado” (Salmo 119:50).

Antes de ser internado en una residencia de ancianos, este hombre había pasado más de veinte años en un hospital especial para discapacitados. Dicho texto de las Escrituras era el resumen de este periodo de su vida. La Biblia es una semilla de vida para quienes la reciben como la Palabra de Dios. Esta vida divina, la vida de Jesús, la vida eterna, es un consuelo diario para quienes la reciben.

– El segundo texto: “Creí, por lo cual hablé” (2 Corintios 4:13).

Instalado en su nueva habitación, permaneció allí durante todo un año sin ningún contacto con el exterior. Luego, un día, salió y habló de su fe y del gozo de creer en el Señor Jesús a todos los que encontraba. Había comprendido que Dios llama a los creyentes a dar testimonio de su Salvador.

– El tercer texto: “El amor nunca deja de ser” (1 Corintios 13:8).

Por última vez y a través de la Palabra de Dios, el día de su funeral nuestro amigo quiso dar este testimonio a todos los que lo habían conocido.