La Buena Semilla: Domingo 16 Agosto
Domingo
16
Agosto
(Jesús) Vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca.
Efesios 2:17
Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.
Romanos 4:24-25
Los dos Testamentos

El Antiguo Testamento revela a Dios como creador, todopoderoso, santo y eterno. El hombre, a quien creó, es el único ser consciente capaz de conocerlo y amarlo (Deuteronomio 6:5). Pero entre Dios y el hombre se infiltró un enemigo mentiroso, Satanás. Este introdujo el pecado en el mundo, provocando la ruptura de la relación del ser humano con el Dios santo (Isaías 59:2). Desde las primeras páginas Dios anuncia que, según su justo juicio, el pecado conducirá al hombre a la muerte: esta es una «línea roja» a lo largo de toda la Biblia. Adán recibió esta advertencia: si desobedeces, “ciertamente morirás” (Génesis 2:17). Así, para el hombre, la sentencia fue confirmada desde el primer pecado: “al polvo volverás” (Génesis 3:19). “El pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres” (Romanos 5:12).

La gran verdad del Nuevo Testamento es “la buena nueva”. Dios se reveló al hombre como Salvador. Se dio a conocer en su Hijo (Hebreos 1:1-3), Jesucristo hombre, Dios “manifestado en carne” (1 Timoteo 3:16). Se acercó a nosotros en la persona de su Hijo, de quien los evangelios nos hablan. Pero para ser nuestro Salvador, Jesús tuvo que sufrir en nuestro lugar el juicio y la muerte que nosotros merecíamos.

Este es el mensaje que seguimos proclamando hoy. Todos estamos invitados a recibir el perdón y la vida eterna mediante la fe en Jesucristo, muerto y resucitado.