–¿Cree usted en la Iglesia?
–Pero, ¿en cuál?
–Sí, hay muchas iglesias, y uno no sabe a cuál ir. Eso también es cierto para mí, pero en la Biblia Jesús dice: “mi Iglesia”, y esto me interesa.
Después de todo lo que Jesús hizo en la tierra para revelarme a Dios, después de lo que hizo por mí muriendo en mi lugar, puedo estar atento a lo que dice sobre su Iglesia.
Ella no es un edificio donde se celebran cultos religiosos, ni la organización de una denominación concreta. Tampoco es un grupo que afirma ser la verdad.
La Iglesia de Jesucristo es el conjunto de todos los que se apoyan en el fundamento afirmado por el apóstol Pedro: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16). Estos creen que Jesús es el Hijo de Dios, elegido por Dios (este es el significado de la palabra “Cristo”) para reconciliarnos con él. La Iglesia según la Biblia es universal. No se limita a agrupaciones humanas que pretenden reconstruirla bajo diversos nombres: anglicana, evangélica, ortodoxa, protestante, católica (romana)… Ella está formada por todos los que creen en el Señor Jesús y están invitados a reunirse en torno a él, en todo el mundo.
Un tizón no puede mantenerse encendido lejos del fuego; un cristiano “ferviente” por su Salvador necesita a sus hermanos y hermanas en la fe para ser enseñado, reconfortado… para compartir. No nos privemos los unos de los otros… y, sobre todo, ¡no nos privemos de la presencia del Señor prometida a los que se reúnen en su nombre!