La Buena Semilla: Jueves 16 Julio
Jueves
16
Julio
Exhortaos los unos a los otros cada día… para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
Hebreos 3:13
Vivifícame, oh Señor, conforme a tu palabra.
Salmo 119:107
Vivir para Dios

«Los rendimientos pasados no garantizan las ganancias futuras». ¡Esta advertencia se hace en todos los documentos que ofrecen inversiones financieras!

La Biblia nos muestra un ejemplo de ello en la historia del rey Asa (2 Crónicas 14 al 16).

“Durmió Abías con sus padres, y fue sepultado… y reinó en su lugar su hijo Asa, en cuyos días tuvo sosiego el país por diez años. E hizo Asa lo bueno y lo recto ante los ojos del Señor su Dios. Porque quitó los altares del culto extraño, y los lugares altos; quebró las imágenes… y mandó a Judá que buscase al Señor el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos” (14:1-4).

Asa tuvo un padre y un abuelo infieles, pero él decidió agradar a Dios. Derribó las estatuas de dioses falsos y buscó al Dios verdadero. Cuando un ejército enemigo lo atacó, pidió ayuda a Dios y confió en él. Aunque era fiel, Asa estaba en peligro, entonces Dios le envió un profeta, y el rey lo escuchó.

Se podría pensar que Asa tenía la «garantía» de terminar bien su vida con Dios. Sin embargo, ante una nueva amenaza, decidió buscar la ayuda de un rey idólatra, y luego echó en la cárcel al profeta enviado para advertirle sobre las consecuencias de su mala decisión.

Al final de su reinado, cuando estaba enfermo, no buscó a Dios, sino a los médicos.

Esta triste historia nos recuerda que la fidelidad a Dios nunca puede darse por sentada. Debemos mantener vivo nuestro deseo de vivir para él y con él. Es la única vida que vale la pena vivir.