Un artículo de periódico cuenta la historia de Sara, una joven de 21 años.
La noche anterior al atentado del 22 de marzo de 2017 en Westminster, ella estaba exactamente en ese lugar. Debería haber estado en el concierto de Manchester la noche de otro atentado, el 22 de mayo de 2017, pero no pudo ir. El 3 de junio de 2017, murió en el atentado de Londres.
Algunos dirán que tuvo mala suerte, otros, que le llegó su hora, e incluso otros se preguntarán cómo pudo Dios permitir algo así.
¿Cuántas personas se han visto en una situación similar? ¡Escapamos por los pelos de un accidente, pero nos sobreviene otro! Sin embargo, pocos atendemos a la llamada de Dios: la vida puede acabar en cualquier momento, y después todos tendremos que comparecer ante Dios. ¡A través de estas tragedias, Dios nos habla! “En una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no entiende” (Job 33:14).
Hoy, ¡detente y escúchale antes de que sea demasiado tarde! “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna… El que no cree, ya ha sido condenado” (Juan 3:16-18).
El veredicto de Dios no dependerá de cómo hayas vivido, sino de si has creído o no en su Hijo Jesús, que murió en tu lugar, para pagar el castigo que merecían tus pecados. ¿Qué mayor prueba podría dar de su amor?
¡No tardes más! ¡Acude a él y acepta la oferta de perdón de Dios!