La Buena Semilla: Martes 10 Marzo
Martes
10
Marzo
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo… Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Isaías 43:2
La prueba de vuestra fe produce paciencia.
Santiago 1:3
Nuestra fe es como el acero templado

Endurecer el acero lo hace más resistente. Para ello, el herrero utiliza el fuego y el agua. Por analogía, la prueba para el creyente puede adoptar varias formas, pero todas ellas contribuyen a forjar su fe.

– Las pruebas nos enseñan la paciencia. Esta se pone a prueba con cada obstáculo que se interpone en nuestro camino. Entonces dejamos de lado nuestra voluntad y aceptamos la de Dios como buena (Romanos 12:2).

– Las pruebas nos dan valor. Nos permiten experimentar la gracia de Dios, que nos sostiene cuando tenemos que afrontar el sufrimiento. Nos forman para mantenernos firmes hasta el final, como buenos soldados de Jesucristo.

– Las pruebas que atravesamos con Jesús revelan la gracia viva que nos acompaña. Muestran lo que una vida con Cristo puede lograr, incluso en el sufrimiento. Muestran que Cristo es suficiente para cada situación.

– Las pruebas nos permiten ayudar a los demás a través de las lecciones que hemos aprendido de nuestras experiencias personales. El Señor nos prepara y nos utiliza a su vez para consolar, fortalecer y animar a nuestro prójimo.

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación” (2 Corintios 1:3-4).

– Por último, la prueba nos acerca a Cristo y nos enseña a conocerle mejor.