La Buena Semilla: Viernes 13 Marzo
Viernes
13
Marzo
Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.
Romanos 4:7-8
Todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.
Hechos 10:43
Un Dios de perdón

Jacobo 2, rey de Inglaterra en el siglo 17, fue un monarca autoritario. Al ser destronado, tuvo que huir a Francia, donde murió en un castillo en 1701. Inclinado a la venganza, un día dijo a un oficial que se había rebelado contra él: Señor Aylasse, usted sabe que está en mi poder perdonarle. – Sí, contestó el oficial, sé que está en su poder, pero también sé que no está en su carácter.

Perdonar no está en el carácter del hombre, pero lo está a tal punto en el corazón de Dios, que el perdón puede estar asociado a su nombre. El profeta Nehemías dijo: “Pero tú eres Dios que perdonas, clemente… y grande en misericordia” (cap. 9:17), y el profeta Isaías confirma: “Al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (cap. 55:7). La Escritura dice que la primera condición para ser perdonados es nuestro arrepentimiento. Nadie merece el perdón. Nos es otorgado como una gracia obtenida por el sacrificio de Jesús en la cruz. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados” (1 Juan 1:9). Si reconozco que soy culpable, la fe en Jesús y en su sacrificio me salva enteramente. Dios salva solamente a los que creen (1 Corintios 1:21). Así Dios vino hacia mí. Yo solo debo dar un paso hacia él, el paso de la fe. ¿Por qué no hacerlo ahora mismo?

“Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 3:7-8).