Si estás dudando en el camino de la fe, me gustaría ayudarte a acercarte al Señor. En primer lugar, me gustaría animarte a que dieses el primer paso: ora al Señor Jesús. Tal vez te sientas un poco desorientado, pero lo que sí puedes saber con seguridad es que Él es el Salvador y que está vivo. ¡Así que puedes hablar con él! ¡Haz una sencilla oración para recibirlo en tu corazón! Él se toma en serio todo lo que dices, incluso escucha tus suspiros. ¡Siéntate en un lugar tranquilo y háblale con tus propias palabras, desde lo más profundo de tu corazón!
Puedes decirle al Señor que tu vida ha estado marcada por el mal, que estás experimentando fracasos, dudas, tal vez tienes miedo a la muerte… ¡Dile simplemente que lo necesitas! La Biblia habla de muchas personas que acudieron a Jesús solo con un par de palabras. ¡Eso es lo que puedes hacer hoy!
Admite que hasta ahora has vivido como quisiste. Confiésale tus mentiras, tus malos pensamientos, tus celos, tu mal comportamiento… ¡Y, sobre todo, pídele que te perdone y te purifique! ¡Él lo hará porque es el Salvador que Dios nos ha dado! ¡Murió en la cruz para que todas nuestras faltas pudieran ser perdonadas! Invítale a tomar las riendas de tu vida, a transformarte por completo. ¡También puedes pedirle que te libere de todas las ataduras malsanas que te atenazan!
“Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Hechos 2:21).