La Buena Semilla: Lunes 22 Junio
Lunes
22
Junio
Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece… me salvará… Dios enviará su misericordia y su verdad.
Salmo 57:2-3
Invoqué en mi angustia al Señor, y él me oyó.
Jonás 2:2
El testimonio de Jordan
Testimonio

«Era inconcebible para mí que alguien pudiera desearme el bien. Tras siete años en prisión, donde las implacables olas de desesperación y muerte me abrumaban, la Palabra se manifestó. Una noche, en mi celda, cuando estaba decidido a poner fin a esta vida de sufrimiento, empecé a escribir una carta en la que exponía todo lo que llevaba en el corazón. Luego coloqué el sobre entre las páginas de un libro: la Biblia. ¡Me dirigí hacia ella instintivamente! Me sumergí en las Escrituras, sin comprender realmente lo que leía, pero con cada página, con cada palabra, me invadía una sensación agradable. Por primera vez en mi vida, en medio del caos, sentí una serenidad desconocida, desconcertante, pero extraordinariamente beneficiosa. ¡Oí el llamado de Jesús!

Durante las semanas siguientes, empezaron a producirse grandes cambios en mi vida. Poco a poco, el desorden dio paso al orden, y la oscuridad a la luz. ¡Por fin encontré cierta estabilidad! Pero aunque seguía leyendo la Biblia todos los días, empezaron a asaltarme las dudas, porque no entendía por qué Jesús no se mostraba ante mí. Una noche, empecé a orar… Le pedí a Dios que me guiara y me ayudara a encontrar sentido y dirección. Su respuesta fue sorprendente y rápida. Me di cuenta de que Él se revela y nos mira a cada uno de nosotros de una manera única, con un amor que va más allá de los límites de la comprensión humana. Un amor que está lleno de vida y es eterno».