La Buena Semilla: Domingo 12 Julio
Domingo
12
Julio
Respondió el Señor a Job… ¿Tienes tu un brazo como el de Dios?
Job 40:1, 9
Respondió Job al Señor, y dijo: Yo conozco que todo lo puedes… yo hablaba lo que no entendía; cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía.
Job 42:1-3
La respuesta de Dios a Job

Job era un creyente extraordinario. Sin embargo, en una noche perdió todas sus posesiones y a sus diez hijos. Luego su salud también se deterioró. Sus amigos fueron a “consolarlo”, pero solo aumentaron su sufrimiento al insinuar que Dios lo estaba castigando. En su libro Job describe su turbación interior y sus debates con Dios…

Al final, sin argumentos ni fuerzas, Job guardó silencio.

Entonces Dios habló. Pero no respondió directamente a las acusaciones de Job, ni trató de justificar las pruebas que había permitido… Tampoco discutió sobre el sufrimiento.

Ante las acaloradas preguntas de su criatura, contrapone las diversas facetas de su majestad divina en la naturaleza. Job tomó consciencia de su insignificancia ante un Dios tan grande. Comprendió la insensatez de sus acusaciones y reconoció haber cuestionado la sabiduría y la validez de los actos del Altísimo.

Luego Job habló por última vez, se arrepintió, se inclinó y adoró (Job 42:1-6).

Este libro, que trata tan directamente el tema del sufrimiento, tiene una conclusión esencial para nosotros. Dios es más grande que el hombre, y su manera de actuar es perfecta (Job 33:12-13).

Pero el Nuevo Testamento precisa: Dios solo permite las pruebas que son necesarias. Él hace que todas las cosas sucedan, sin excepción, para el bien de los que le aman. Ninguna prueba podrá separarnos jamás del amor de Dios (Romanos 8:28, 35-39).