El Señor está cerca: Miércoles 20 Mayo
Miércoles
20
Mayo
Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó.
Josué 6:20
La caída de Jericó, una aplicación práctica y profética

Jericó es una figura del mundo. Así como la ciudad cayó y quedó en ruinas cuando Israel entró en la tierra prometida, el mundo pierde su dominio sobre el creyente que comprende su posición en Cristo. “Esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1 Jn. 5:4). La fe obtuvo esta victoria sobre Jericó. Fue una fe que confió en el Se-ñor y actuó en obediencia a sus instrucciones divinas. De la misma manera, nosotros debemos caminar con fe y en el poder de su Espíritu, considerando al mundo como crucificado para nosotros y nosotros al mundo (véase Gá. 6:14). Así como Jericó no debía ser reconstruida, el mundo debe permanecer en ruinas para el creyente.

El muro de Jericó representa los obstáculos que enfrentamos en nuestra vida cristiana. El enemigo busca aterrorizarnos con circunstancias adversas, y muchas veces nos encontramos «midiendo los muros», es decir, estudiando las dificultades y dejándonos consumir por nuestras dudas y pruebas. Nos enfocamos en el muro en lugar de centrarnos en el Señor y en su poder. Sin embargo, por la fe, los muros siguen cayendo.

La caída de Jericó cobra aún mayor significado cuando se contempla a la luz de la profecía. Jericó simboliza un mundo listo para el juicio. Sus altos muros representan la incredulidad, la apostasía, la maldad y la autosuficiencia. Durante siete días, Israel marchó alrededor de sus muros; siete sacerdotes con siete trompetas estaban allí. El séptimo día debían marchar siete veces y tocar las siete trompetas. El número siete representa algo divinamente completo y nos recuerda el Apocalipsis, con sus siete sellos, siete trompetas y siete copas. Así como los muros de Jericó cayeron, llegará el día en que todo lo elevado y exaltado será derribado. Es una imagen profética del reino venidero.

A. C. Gaebelein