Samuel enfatizó la necesidad de anhelar la restauración con todo el corazón. La evidencia de este deseo se manifestó en el hecho de que el pueblo se deshizo de todos los dioses falsos. Su anhelo por el Señor era genuino, y volvieron a él con total sinceridad. Solo entonces estuvieron preparados para aprender algunas verdades fundamentales. Veamos los siguientes puntos clave en 1 Samuel 7:5-13:
1. Oración de intercesión. Aunque Samuel sabía que el pueblo había abandonado los dioses extraños, oró por ellos para fortalecer su fidelidad al Señor. De la misma manera, debemos interceder por otros creyentes, especialmente por aquellos que buscan restaurarse después de un fracaso espiritual. Nunca debemos menospreciarlos. “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gá. 6:1). ¡Cuánto debemos agradecer el ministerio intercesor de nuestro Señor a nuestro favor!
2. Reconocer la absoluta debilidad de la carne. El derramamiento de agua delante del Señor (v. 6) simboliza nuestra total incapacidad de hacer algo valioso por nosotros mismos delante de Dios. Mientras sigamos confiando en la carne, recaeremos en los mismos pecados. Es vital recordar las palabras del Señor Jesucristo: “Separados de mí nada podéis hacer” (Jn. 15:5), y las palabras del Espíritu Santo a través del apóstol Pablo: “El que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Co. 10:12).