El Señor está cerca: Jueves 14 Mayo
Jueves
14
Mayo
Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
Juan 15:2-3
La Vid verdadera (7)

¡Estos dos versículos en conjunto son muy interesantes! ¿Qué relación existe entre quitar los pámpanos (ramas), podarlas y limpiarlas?

La palabra “quitar” (airo, en griego) aparece 102 veces en el Nuevo Testamento. En más de 40 ocasiones, se traduce como levantar, alzar o tomar. En este contexto, ¡el labrador levanta cada pámpano del suelo para que dé fruto! Esto nos recuerda que, como creyentes, nuestro entorno natural no es este mundo, sino que nuestro hogar está en los lugares celestiales, como aprendemos en la Epístola a los Efesios. Si perdemos esta perspectiva, nunca seremos eficazmente fructíferos. Por eso, debemos “alzarnos” lejos de esta tierra y buscar “las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios” (Col. 3:1-2).

Si una rama está en el suelo, el aire y la luz no pueden alcanzarla adecuadamente. Cuando las fuertes lluvias la golpean y la arrastran por el suelo, se enturbia y se enmohece, volviéndose inútil. ¡Por eso el labrador la levanta de la suciedad y la aleja de la tierra! Cuando las presiones de este mundo se convierten en pesadas cargas que nos agobian, el Labrador, nuestro Padre amoroso, desea levantarnos mediante el Espíritu de Dios, la Palabra de Dios y el pueblo de Dios. Él nos recuerda que este no es nuestro hogar.

En la oración intercesora del Señor Jesús, leemos las conmovedoras palabras: “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Jn. 17:14). Si deseamos ser pámpanos fructíferos y testigos eficaces, debemos recordar que “nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Fil. 3:20).

Tim Hadley, Sr.