La Buena Semilla: Jueves 31 Diciembre
Jueves
31
Diciembre
Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino… Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos.
Salmo 119:105, 162
Luz

Por fin se llevó la electricidad a una aldea perdida en las montañas. Al terminar las obras, un inspector recorrió las casas para asegurarse de que todo estuviera en orden.

– Entonces, señora, ¿por fin está satisfecha?

– ¡Claro que sí! Ahora, en la noche, puedo ver con más claridad para encender mi lámpara de petróleo…

El humor de esta mujer nos hace sonreír… Sin embargo, esta historia nos hace pensar en una actitud más desconcertante: ¡Cuántas personas caminan a tientas en la oscuridad moral de este mundo, teniendo en casa una Biblia que nunca abren! Sin embargo, este Libro nos revela a Aquel que es “la luz del mundo”, quien vino a esta tierra para iluminar a todos los seres humanos (Juan 8:12; 1:9). Quizá, de vez en cuando, estas personas lean alguna página religiosa sacada de la prensa o de este calendario; ¡pero eso no es suficiente! Prefieren la lámpara de petróleo y se privan de una luz mucho más eficaz.

En el curso de la historia ha habido muchos y largos periodos en los que era prohibido tener una Biblia, y a veces los cristianos arriesgaban sus vidas caminando kilómetros para poder escuchar la lectura de uno de los pocos ejemplares disponibles. Incluso hoy, esta situación existe en algunos países. La Palabra de Dios no solo es una “lámpara” para nuestros pies y una luz para nuestro camino, sino también una fuente de consuelo, que trae gozo y alegría a nuestros corazones (Jeremías 15:16).

No dejemos nuestras Biblias sin abrirlas, como lámparas apagadas en la noche.