La Buena Semilla: Miércoles 9 Diciembre
Miércoles
9
Diciembre
Vinieron a él (Jesús) unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
Marcos 2:3-4
Fatalismo y fe

Jesús estaba en una casa en Capernaum, y la gente se agolpaba para escucharlo. Cuatro hombres llegaron con un paralítico en una camilla y trataron de llegar hasta Jesús. Misión imposible. La multitud tapaba la entrada, pues había demasiada gente.

Estos hombres se pusieron de acuerdo. No se mostraron fatalistas ni dijeron: «Hemos hecho todo lo posible, pero no podemos llegar hasta Jesús. No hay nada que hacer… Después de todo, Jesús no nos necesita. Si nuestro amigo debe ser curado, lo será, de una manera u otra…».

Felizmente, para su amigo enfermo, esa no fue la actitud que manifestaron. Al contrario, quizá se dijeron: «Jesús está aquí, él puede curar a nuestro amigo, es absolutamente necesario que encontremos la manera de llevarlo hasta él».

Tuvieron una gran idea: subieron al techo con la camilla, hicieron una abertura justo encima del lugar donde Jesús estaba y bajaron al enfermo. Gracias a la fe de estos cuatro amigos, la camilla descendió justo delante de Jesús. Allí el enfermo fue perdonado y sanado. Los evangelios afirman que Jesús vio “la fe de ellos” y sanó a su amigo. No se trata de la fe del enfermo, ¡sino de la de sus amigos!

¡Qué ejemplo para nosotros los cristianos! ¿Tenemos amigos en dificultades? No nos desanimemos por los obstáculos, llevémoslos con oración, fe, energía y decisión hacia Jesús, ¡él perdona y sana!