Hay preguntas difíciles para la mente y, sin embargo, de vital importancia. Dios, quien ama a los seres humanos que ha creado, las responde en la Biblia.
– ¿Por qué se rompió nuestra relación con él? Desde el principio, el hombre quiso hacerse igual a Dios y le desobedeció. Pecó, y por eso ya no tiene libre acceso a Dios, quien es santo.
¿Cómo podemos recobrar esta relación, ser perdonados y estar en paz con Dios? Dios nos ama a todos. Se hizo hombre en la persona de su Hijo Jesucristo, quien vino a mostrarnos este amor y aceptó sufrir en nuestro lugar el castigo que nosotros merecíamos por nuestros pecados. Si creemos en él, Dios nos perdona y nos da la vida eterna.
– ¿Por qué existe la muerte, y qué ocurre después? ¿Quién puede dar una respuesta segura? Solo Dios. Jesús da una luz sorprendente sobre este tema al considerar el estado de dos hombres después de la muerte: un creyente y un incrédulo (Lucas 16:19-31). Sea rico o pobre, el que murió sin creer en Dios es atormentado y desearía ser consolado. Pero un abismo infranqueable lo separa del que creyó. Hoy debemos obedecer y escoger el camino de la vida. “Vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios… tenéis vida eterna” (1 Juan 5:13).
Puede parecer demasiado simple. Pero esta es la realidad. Cristo murió para borrar nuestros pecados. Solo tenemos que abrirle nuestro corazón y creer en él para tener la vida eterna desde ahora. ¡La decisión es nuestra! ¿Ya la tomó usted?