La Buena Semilla: Sábado 12 Diciembre
Sábado
12
Diciembre
(Jesús) no pudo hacer allí ningún milagro… Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos.
Marcos 6:5-6
No pudo esconderse. Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se postró a sus pies.
Marcos 7:24-25
Jesús no pudo…

– En el primer relato (Marcos 6:1-6) Jesús estaba en su propia tierra. Allí era conocido como el hijo del carpintero. Sus hermanos y hermanas también eran conocidos (Mateo 13:55-56). La gente creía conocerlo tan bien, que nadie comprendía realmente quién era él: Dios visitando a su pueblo, poniendo su poder y su amor a disposición de los seres humanos. El ambiente de desconfianza e incredulidad que lo rodeaba impidió a Jesús hacer milagros.

– En el segundo relato (Marcos 7:24-30) Jesús entró de incógnito en una casa. Pero una mujer, cuya hija estaba poseída por un demonio, al oír que él estaba allí, vino y se postró a sus pies. Con una fe insistente, suplicó a aquel que era su única esperanza. Y Jesús sanó a su hija.

El contraste entre los dos relatos es sorprendente. En el primero, la expresión “su tierra” nos hace pensar en los países cristianizados. La gente cree saber quién es Jesús: un benefactor, un hombre respetable. Y eso parece suficiente, no disciernen quién es él realmente. La incredulidad es un obstáculo para que Jesús intervenga en nuestros países. Donde no hay una necesidad particular de él, Jesús no puede hacer nada, y se va.

En el segundo relato, en la frontera de un país extranjero, había angustia. Lo necesitaban, y Jesús nunca se aleja de los que lo buscan. Él no puede “esconderse”, se deja encontrar y responde a la fe.

¿Sabe quién es Jesús? ¿Cree que puede hacer algo por usted? ¿Lo necesita personalmente?