La Buena Semilla: Martes 27 Enero
Martes
27
Enero
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
La importancia de orar

– Dios nunca está más que a una oración de distancia de usted. (Charles B. Hodge)

– Orar es hablar a Dios con la libertad de un hijo ante su padre y el santo temblor de un mortal ante Dios. (Adolphe Monod)

– Los creyentes no oran para informar a Dios de cosas que desconoce, ni para instarle a que cumpla con su deber, ni para presionarle como si fuera reacio. Por el contrario, si oran, es para buscarle, para recordar sus promesas, para ser consolados de sus angustias en su presencia. En una palabra, para declarar que solo en Dios esperan, tanto con respecto a sí mismos como con respecto a los demás, para recibir de él todas las cosas buenas. (Juan Calvino)

– El agradecimiento debe ocupar un lugar de honor en nuestras oraciones, porque la bondad de Dios precede a todas nuestras acciones. (Charles de Foucauld)

– Orar es abrir la puerta al Señor Jesús, que llama a la puerta para entrar en nuestras vidas y hacernos disfrutar de su presencia. Abrir la puerta a Jesús no requiere mucha fuerza, solo el deseo de hacerlo. ¿Queremos dejarle entrar, dejarle actuar en nuestras vidas? (O. K. Hallesby)

– Todo es más fácil cuando oras. (un niño)

– La oración da fuerza y abre puertas. Si no abre las puertas de las celdas, abre los corazones de los que están dentro. ¡Qué arma tan poderosa! (Gerhard Hamm, evangelista ruso, prisionero en los campos de Siberia)

– “Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17).