Cuando leemos los evangelios, nos damos cuenta de que Jesús a menudo hace preguntas. Sus primeras palabras en el evangelio según Juan son: ¿Qué buscáis? A lo largo de este evangelio, Jesús interroga a sus interlocutores, ya sean discípulos o no.
Lo hace para hacerles pensar, aclarar sus deseos, desenmascarar las mentiras y manifestar la verdad. Las preguntas de Jesús hacen añicos nuestros prejuicios y arrojan una luz inesperada sobre nuestras motivaciones y deseos más ocultos. En esta serie sobre las preguntas de Jesús, escucharemos algunas de ellas y nos dejaremos interrogar.
«¿Qué buscas?» Quizá la más fundamental de las preguntas que nos hacemos… Jesús hace esta pregunta a dos discípulos que le siguen. Sin duda les está preguntando qué es lo que tienen en mente cuando le siguen, después de oírle hablar. La pregunta de Jesús también nos lleva a preguntarnos qué queremos realmente al seguir a Jesús.
Los dos discípulos querían saber dónde vivía, quizá para poder volver y hacerle preguntas, y así conocerle mejor. Jesús les dio la bienvenida con su respuesta: “Venid y ved”. Ir a Jesús es creer en él, creer que nos ama. ¡Y verle es el resultado! Cuando vamos a Jesús, todo se aclara. En eso consiste la fe, la cual abre perspectivas maravillosas. Esto es lo que encontraron Andrés, Simón Pedro, Felipe y Natanael cuando se acercaron a Cristo y vieron en él al Hijo de Dios (Juan 1:40-50).