La Biblia plantea y responde a esta pregunta: “Cuando veo los cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que los visites?” (Salmo 8:3-4). Dios, Creador de este inmenso universo, ¿se preocupa de mí, que no soy más que una criatura frágil e insignificante? El siguiente pasaje es aún más sorprendente: “Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies” (Salmo 8:5-6).
Un hombre que domina todo el universo… pero ¿quién es?
El Evangelio responde: Jesucristo, el Hijo de Dios, por quien fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra. Como hombre, el Hijo del Hombre, fue inferior a los ángeles, para poder morir y soportar el castigo que merecían nuestros pecados. Venció a la muerte en la cruz. Resucitó y fue llevado al cielo, donde se encuentra ahora, como hombre y Dios a la vez. “Jesucristo… está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades” (1 Pedro 3:21-22). Aún no vemos a Jesús ejerciendo su autoridad en la tierra; hoy en día es Satanás el “el príncipe de este mundo” (Juan 12:31). Pero Jesús lo ha vencido y pronto vendrá para hacerse cargo del gobierno del mundo, y todo estará efectivamente sometido a él.
Los creyentes saben que están unidos a él y que un día disfrutarán de su gloria.