La Buena Semilla: Martes 20 Enero
Martes
20
Enero
Aborrecieron la palabra del Señor; ¿y qué sabiduría tienen.
Jeremías 8:9
(Jesús dijo:) Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Juan 6:63
¿La Biblia es una lista de reglas o es la Palabra viva?

En el libro de Isaías, Dios reprochó a su pueblo su actitud hacia su Palabra. Debería haber sido una palabra preciosa en sus corazones (Deuteronomio 6:6), pero se había convertido en una tediosa rutina, un conjunto de normas y prescripciones desconectadas de la intención de Aquel que les hablaba con amor (Isaías 28:13).

¡Qué triste es ver a estos hombres transformar así la palabra de Dios! Convertirla en una lista de preceptos mezclados con tradiciones, de los que se quedarán solo con lo que les interesa. Jesús reprochó a los líderes religiosos: “Diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe” (Mateo 23:23). Aunque respetaban al pie de la letra ciertos detalles de la Ley, no entendían en absoluto su sentido.

Cristianos, ¿cómo vemos la Biblia, la Palabra de nuestro Dios? Si nos distanciamos de Dios y si leemos la Biblia mecánicamente, «apresurándonos» a cumplir un deber religioso, pronto nos parecerá que no es más que mandamiento sobre mandamiento, línea sobre línea y perderá su sabor y no actuará en nuestras vidas.

Pero si la leemos en oración, con un corazón sincero y recto, pidiendo a Aquel que la inspiró que se nos revele, podremos experimentar cada día lo que dijo el autor del Salmo 119: “Nunca me olvidaré de tus mandamientos, porque con ellos me has vivificado” (Salmo 119:93). Y como Jeremías, podremos decir: “Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” (Jeremías 15:16).