La Buena Semilla: Sábado 17 Abril
Sábado
17
Abril
De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
¡Gracias a Dios por su don inefable!
2 Corintios 9:15
Un tesoro en común

Poco después de la segunda guerra mundial yo trabajaba para un comerciante de leña y carbón. Debido a la escasez general solo se nos permitía vender pequeñas cantidades a los particulares. Yo era responsable de vigilar la distribución. A menudo un anciano venía con una pequeña carretilla a comprar leña. Yo lo atendía personalmente. Un día le pregunté:

– ¿No es demasiado duro empujar esa carretilla cargada?

– Sí, pero es un regalo para mis hijos. Me alegra mucho poder darles esta leña.

Conmovido por su abnegación, le pregunté:

– Dígame, ¿sabe cuál es el mayor regalo que hemos recibido? El anciano, que estaba amarrando el saco a su carretilla, se enderezó y, con ojos radiantes, me dijo:

– ¡Dios nos dio a su Hijo muy amado!

Yo estaba maravillado. Cinco minutos antes solo teníamos relaciones comerciales, pero de repente podíamos hablar como dos hermanos en Cristo. La generosidad de este anciano hizo que nuestra mirada se dirigiese hacia Aquel que ofreció el mayor tesoro que pudiésemos imaginar: ¡dio su vida para salvar a los hombres! Luego tuvimos una hermosa conversación sobre el Señor y su gran salvación.

“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él” (1 Juan 3:1).

“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno… porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Lucas 6:45).

Ezequiel 40:1-23 – 1 Pedro 2:11-25 – Salmo 45:1-5 – Proverbios 13:22-23