El Señor está cerca: Jueves 24 Septiembre
Jueves
24
Septiembre
Conságrame todo primogénito… así de los hombres como de los animales, mío es.
Éxodo 13:2
Cuatro verdades del Evangelio tipificadas en Éxodo 12 a 15

Si usted es cuidadoso en el estudio de las Escrituras, le interesará notar que en Éxodo 12 a 15 se presentan cuatro grandes verdades. Aunque las doctrinas están expuestas claramente en el Nuevo Testamento, los tipos del Antiguo Testamento son sumamente valiosos, pues constituyen una especie de libro ilustrado de Cristo. En estos cuatro capítulos encontramos imágenes preciosas de cuatro verdades fundamentales e indeciblemente benditas, presentadas en el Evangelio.

En Éxodo 12 encontramos refugio por la sangre; en Éxodo 13, san-tificación por la sangre; en Éxodo 14, salvación; y en Éxodo 15, satis-facción. La misma sangre que me ha protegido del justo juicio de Dios es la que me aparta para Dios. Por eso, en el capítulo 13, Dios reclama al primogénito como suyo, sobre la base de la redención.

Confieso francamente que, en el pasado, le he prestado poca atención a este capítulo 13. Querido lector, ¡no salte del capítulo 12 directamente al capítulo 14! Permita que el capítulo 13 tenga su propio lugar, porque es muy importante. Desde el momento en que soy protegido del juicio divino por la sangre del Cordero, pertenezco a Dios; he sido apartado para él. “Mío es”, dice Dios respecto del alma redimida (véase Éx. 13:2). Luego, en el capítulo 14, vemos la salvación; y en el capítulo 15, la satisfacción.

Así, en el capítulo 12 soy protegido de Dios por la sangre; en el capítulo 13, soy apartado para Dios por la sangre; en el capítulo 14, soy salvado por Dios de mis enemigos; y en el capítulo 15, hallo mi satisfacción con Dios, cantando y regocijándome en él.

En efecto, redención es una palabra que lo abarca todo. Refugio, santificación, salvación y satisfacción: todo está incluido en la redención que proviene de Dios, y todo ello se nos ilustra poderosamente en estos cuatro capítulos del Éxodo.

W. T. P. Wolston