¿Cómo podemos mostrar al mundo que somos cristianos?

Mostramos al mundo que somos cristianos cuando reflejamos el carácter de Cristo en nuestra vida diaria. No se trata solamente de hablar de él, sino de vivir para él. Si quienes no conocen a Cristo nos ven manifestar las mismas actitudes egoístas, la misma avidez por el dinero o los mismos conflictos interpersonales que ellos, difícilmente se interesarán por lo que decimos acerca del Evangelio. Necesitan ver que somos realmente diferentes.

¿Y cómo podemos mostrar esa diferencia en medio de un mundo hostil? En primer lugar, debemos comprender nuestra posición en Cristo. Pablo lo expresó así: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”. En otras palabras, no se trata de mí, sino de Cristo. Este debería ser nuestro lema de vida.

Al reconocer nuestra posición en Cristo, encontraremos nuestro placer en permanecer en él, tal como los pámpanos permanecen en la vid, dejando que la vida de la Vid fluya en nosotros (véase Jn. 15:5). ¿Cómo logramos esto? Principalmente a través de la oración y de alimentarnos cada día con la Palabra de Dios.

A veces oramos: «Señor, ayúdame a vivir mi vida para ti». Pero sería aún mejor orar: «Señor Jesús, vive tu vida a través de mí».