El Señor está cerca: Martes 28 Abril
Martes
28
Abril
Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás… El diablo entonces le dejó.
Mateo 4:10-11
Victoria sobre la tentación

Querido lector, medite en la terrible intensidad de las palabras “padeció” en Hebreos 2:18. Allí leemos de nuestro Señor: “Él mismo padeció, siendo tentado”. ¿Qué habrá significado para él, que es santo, enfrentarse al maligno, estar cara a cara con el enemigo de su trono y de su universo? Sin embargo, Satanás, el príncipe de este mundo, vino y descubrió que, como dijo nuestro Señor Jesús: “Nada tiene en mí” (Jn. 14:30). Usted debe enfrentarse a este mismo enemigo maligno. Él lo asalta de mil formas insidiosas, adaptando astutamente sus ataques a sus circunstancias, temperamento, estado mental y debilidad dominante. Tiene susurros para el oído de la infancia, y ni siquiera la vejez escapa a sus artimañas. Lo encontrará en la multitud y lo seguirá en su soledad; ¡nunca cesa de acechar!

¿Es usted tan valiente para rechazar a Satanás como lo fue el Señor Jesús? ¿Está listo para responder a cada insinuación engañosa, diciendo: “¡Vete, Satanás!”? Cultive una sensibilidad delicada ante el pecado. Cualquiera que sea su debilidad o pasión dominante, vigílela, sométala, clávela en la cruz del Señor.

La Escritura nos exhorta: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. Aparta de ti la perversidad de la boca… Examina la senda de tus pies… No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal” (véase Pr. 4:23-27). Piense de esta forma: ¿Cómo habría actuado Jesús en esta situación? ¿No habría retrocedido ante el más mínimo contacto con el pecado? ¿Me atrevo a deshonrarlo tratando con su enemigo?

Que estas verdades sean siempre nuestra protección contra la tentación.

J. R. MacDuff
Sed fuertes en el Señor, ceñidos de poder,
sin él nada podéis hacer; aunque vengan tentaciones,
sed firmes para el bien y Cristo os dará sostén.

Anónimo