El Señor está cerca: Sábado 25 Abril
Sábado
25
Abril
Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.
Hebreos 3:7-8
No endurezca su corazón

El jacaranda copaia es un árbol peculiar que crece en distintas partes de Sudamérica. Como cualquier otro árbol, crece con normalidad, pero durante su desarrollo su savia se transforma en una resina que se endurece lentamente hasta ahogar su vida. Este proceso altera la composición de la madera, convirtiéndola en algo similar a la piedra. Eventualmente, el árbol muere y su tronco se petrifica, manteniendo la apariencia de madera, pero con la dureza de una roca. Esto nos brinda una poderosa advertencia: no permitamos que nuestros corazones se vuelvan como este árbol.

En la historia del Éxodo, Dios envió mensajes y plagas a Egipto para cumplir su voluntad. Al principio, fue el Faraón quien endureció su corazón contra Dios en repetidas ocasiones; pero después, llegó el momento en que Dios mismo endureció el corazón de Faraón.

En Proverbios 1 encontramos un principio similar. La Sabiduría clama a quienes quieran escucharla, pero al ser rechazada una y otra vez, expresa que llegará un día de calamidad en el cual la llamarán y no responderá, incluso se reirá de ellos y los rechazará (véase Pr. 1:20-27).

¿Cuántas veces se ha encontrado frente a la Palabra de Dios, ya sea a través del mensaje del Evangelio o de una advertencia o corrección? ¿Ha prestado atención a este mensaje, o ha cerrado los oídos de su conciencia, endureciendo su corazón para no escucharlo? Para quien rechaza el mensaje del amor y la salvación de Dios, las consecuencias son fatales: la muerte, como el jacaranda copaia.

¿O acaso es usted un hijo de Dios que ha endurecido su corazón, manteniendo una apariencia de obediencia, pero sin fruto verdadero? “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”. Escuchemos y permitamos que Dios ablande nuestros corazones y nos conceda salvación y, en caso de ser creyentes, nos restaure a su comunión.

Albert Blok