El Señor está cerca: Lunes 30 Marzo
Lunes
30
Marzo
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Juan 15:1
La Vid verdadera (1)

Esta es la última de las siete declaraciones “Yo soy” en el Evangelio según Juan. El Señor Jesús ya había dicho: “Yo soy el pan de vida” (Jn. 6:35), “Yo soy la luz del mundo” (Jn. 8:12) y “Yo soy la puerta” y “el buen pastor” (Jn. 10:9, 11). Estas cuatro afirmaciones fueron pronunciadas públicamente. Luego, en Juan 11:25, dirigió sus palabras a Marta de manera personal: “Yo soy la resurrección y la vida”. Más adelante, en Juan 14 y 15, les habló directamente a sus discípulos, declarando: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Jn. 14:6) y “Yo soy la vid verdadera” (Jn. 15:1). Las dos primeras palabras de estas declaraciones, “Yo soy”, nos remiten a su preexistencia antes de Abraham (Jn. 8:58). Él es el Yo soy de Éxodo 3. Cristo es el gran “Yo soy”, Dios manifestado en carne (véase 1 Ti. 3:16), el Verbo eterno que se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn. 1:1, 14).

Como la Vid verdadera, el Señor Jesús contrasta con la nación de Israel, que fracasó en dar el fruto que el Labrador esperaba (véase Is. 5:1-7; Sal. 80:8; Jer. 2:21). A diferencia de Israel, Jesús es la Vid verdadera, quien vivió en dependencia del Padre, que es el labrador (véase Jn. 5:19; 14:19).

¡Qué privilegio estar unidos a esta Vid! ¿Ha usted experimentado la dulzura de descansar a su sombra, protegido del calor del día? ¿Puede usted decir como la esposa en Cantares 2:3: “Bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi paladar”. ¡Todos los recursos que fluyen de la Vid verdadera están disponibles para aquellos que permanecen en él!

Tim Hadley, Sr.
¡Cuán dulce es tu voz escuchar!
¡Cuán bello sentarse ante ti!
¡Qué excelso es tu Nombre alabar!
¡Qué gozo nos da estar allí!

T. H. Reynolds