El Señor está cerca: Sábado 28 Marzo
Sábado
28
Marzo
Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.
Hechos 16:14
Un corazón abierto

Los acontecimientos de Hechos 16 son especialmente significativos para nosotros, ya que marcan el momento histórico en que el Evangelio llegó por primera vez a Europa. El apóstol Pablo, mientras realizaba su labor misionera en Asia, tuvo una visión durante la noche en la que un varón macedonio le rogaba, diciendo: “Pasa a Macedonia y ayúdanos”. Pablo partió entonces desde la ciudad de Troas, donde encontró providencialmente un barco listo para zarpar. En Macedonia había una persona con un corazón hambriento, un pecador necesitado, y Dios dispuso todo para que su mensajero llegara pronto con el Evangelio de su gracia.

Al llegar a Filipos, la ciudad principal de aquella región de Macedonia, Pablo y sus compañeros encontraron a un pequeño grupo de mujeres yendo a una reunión de oración. En lugar de hacer una predicación formal, ellos simplemente se sentaron y hablaron con las mujeres que se habían reunido (v. 13). No hay nada más efectivo que esto. De hecho, los cristianos sinceros que se sientan junto a otras personas para conversar tranquilamente del Evangelio, logran más conversiones que los sermones desde púlpitos o plataformas. Por eso, es importante aprovechar cada oportunidad para sentarse junto a un pecador necesitado y compartirle lo que conocemos de Cristo. Esto fue exactamente lo que hicieron Pablo, Silas y Lucas.

Fue en ese momento cuando el corazón de Lidia se abrió. Aunque era consciente de que era pecadora, nada de lo que había escuchado anteriormente había satisfecho la necesidad de su alma. Este vacío interior que todos experimentamos solo puede ser satisfecho al conocer a Cristo. ¡Con qué gozo escuchó Lidia las buenas nuevas acerca del bendito Salvador! Como resultado, no solo abrió su corazón, sino también su casa para hospedar a los siervos de Cristo. Se revistió de Cristo y se puso del lado del Señor. Fue un hermoso comienzo para quien probablemente fue la primera seguidora de Cristo en Europa.

W. T. P. Wolston