El Señor está cerca: Miércoles 4 Marzo
Miércoles
4
Marzo
Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 6:1
Nuestra motivación es importante para el Señor

Este versículo introduce un pasaje muy apreciado del Sermón del Monte. La expresión “vuestra justicia” implica buenas obras en general, y el Señor presenta tres ejemplos específicos: dar, orar y ayunar. Sin embargo, el énfasis no está en las acciones en sí, sino en la motivación detrás de ellas. El Señor Jesús es enfático: «No hagas buenas obras con la intención de ser visto por los demás».

Es importante comprender lo que esto significa. El Señor no nos está diciendo que perderemos una bendición solo porque otros vean nuestras ofrendas, oraciones o ayunos. Jesús mismo oró públicamente en varias ocasiones, y Pablo describió abiertamente la generosidad de otros (véase, por ejemplo, Ro. 15:26; 2 Ti. 1:16). También mencionó el ayuno como evidencia del compromiso de los apóstoles con el pueblo de Dios (véase 2 Co. 6:5). Además, en el libro de Hechos, Lucas registra momentos en los que los creyentes ayunaban para demostrar su dependencia del Señor. Como discípulos de Cristo, cuando otros ven nuestras buenas obras –como dar, orar y ayunar– podemos ser un buen ejemplo para ellos. Si alguien nos agradece por inspirarlo, esto no disminuye nuestra recompensa celestial.

Entonces, ¿cuál es el verdadero mensaje de este pasaje? El Señor expone nuestra inclinación natural a buscar la alabanza humana (comp. Jn. 12:43). Es fácil caer en la tentación de hacer buenas obras con la intención de que otros las vean. El Señor no condena la oración pública, sino la actitud hipócrita de quienes oran en las esquinas para llamar la atención (v. 5). De la misma manera, cuando introducimos temas en una conversación solo para hablar de nosotros mismos, estamos actuando como esos hipócritas. En contraste, creyentes como Estéfanas y Demetrio (véase 1 Co. 16:15-16; 3 Jn. 12), quienes estaban dedicados a servir desinteresadamente, obtuvieron una buena reputación, pues su motivación era la correcta.

Stephen Campbell