El Señor está cerca: Miércoles 11 Marzo
Miércoles
11
Marzo
Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.
Salmo 23:3 NBLA
El camino correcto (6)
Cómo Dios nos trae de vuelta

David era un hombre conforme al corazón de Dios (véase 1 S. 13:14). Desde su juventud, mientras cuidaba las ovejas de su padre, Dios lo preparó en sus caminos en aquel entorno.

En esos años de preparación, David aprendió a defender a su rebaño de los peligros, enfrentando al león y al oso con valentía (véase 1 S. 17:34-35). Esta era la escuela de Dios para el joven pastor, en la que aprendió a confiar en él y a seguir sus instrucciones. Sin embargo, hubo momentos en los que David siguió sus propios pensamientos y se desvió. En esos casos, Dios lo restauró, aunque no siempre se nos dice cómo fue restaurado por Dios, pero el versículo de hoy nos da algo de luz con respecto a esto. Luego de experimentar el cuidado del Señor, David describió como él lo trajo de vuelta después de su fracaso (vv. 1-3).

Nuestro Señor en los cielos es la sabiduría de lo alto (véase Stg. 3:17) y continúa hoy trayendo de vuelta a las ovejas descarriadas. ¿Es usted una de estas ovejas? Permita que él lo restaure. Dios no puede guiarnos si confiamos en nuestra propia sabiduría o en la de otros. Debemos soltar nuestras propias fuerzas, humillarnos ante él y confesar nuestros errores. Reconozcamos que sin él, nada podemos hacer (véase Jn. 15:5). No podemos volver a Dios por nuestra propia cuenta, pero cuando nos rendimos a él, él nos trae de vuelta y nos conduce por el camino correcto.

El único que nunca necesitó ser restaurado, Cristo, tomó el lugar de los creyentes, que tanto fracasan, cuando fue desamparado por Dios durante las tres horas de tinieblas en la cruz. El Buen Pastor, que dio su vida por las ovejas (Jn. 10:14-17), también es el Gran Pastor que las cuida durante el tiempo de su rechazo, obrando en ellas para hacer lo que es agradable a Dios (véase He. 13:20-21).

Alfred E. Bouter