El Señor está cerca: Martes 27 Enero
Martes
27
Enero
No te impacientes a causa de los malignos… Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
Salmo 37:1, 7
Confiar en lugar de inquietarse y maquinar planes de escapatoria

La historia de David huyendo de la ira de Saúl nos muestra un claro ejemplo de la injusticia en este mundo. En lugar de recibir honores y reconocimiento, David se convirtió en un criminal fugitivo. Se vio forzado a escapar para proteger su vida, dejando atrás a su esposa, su familia y sus amigos.

En este momento de grandes pruebas, David eligió seguir sus propios planes en vez de renovar su confianza en el Señor. Mintió al sacerdote Ahimelec sobre por qué visitaba Nob y después buscó protección con Aquis, rey de la ciudad filistea de Gat. Es sorprendente ver cómo David, el valiente guerrero, buscó refugio entre los enemigos de su pueblo. Quizás pensó que era su única forma de sobrevivir, pero esta esperanza no duró mucho: los siervos de Aquis le advirtieron a su rey que David era peligroso, pues había matado a miles de filisteos. Ante esta crisis, David recurrió a otro engaño: fingió estar loco frente al rey Aquis. Su estratagema funcionó y, en lugar de ejecutarlo, el rey lo dejó ir.

¿Realmente necesitaba Dios que David usara tales artimañas para cumplir Sus propósitos? ¿Y necesita que nosotros hagamos lo mismo? Es fácil pensar, como probablemente lo hizo David, que las circunstancias están en nuestra contra.

Cuando sufrimos injusticias o maltrato, es natural desear comprensión y apoyo en lugar de críticas. A veces incluso justificamos nuestras malas decisiones y actitudes por causa de nuestros problemas.

Parece que fue a través de estas difíciles experiencias que David aprendió una valiosa lección, la cual expresó en el Salmo 37:1-6: “No te impacientes a causa de los malignos… Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad… [Él] exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía”.

Grant W. Steidl