El Señor está cerca: Martes 6 Enero
Martes
6
Enero
Engrandezcan al Señor conmigo, y exaltemos a una su nombre.
Salmo 34:3 NBLA
Tres palabras para un matrimonio exitoso

Entusiasmo – “Engrandezcan al Señor”: un hermano del pasado solía decir que el verbo engrandecer implica más que expresar algo simplemente con los labios. Se trata de algo que brota del corazón con total emoción y fervor. No hablamos de un simple entusiasmo humano, que puede manifestarse en palabras vacías, risas fingidas y acciones sin convicción. La verdadera emoción procede del Creador y Salvador de los redimidos. Dado que hemos sido hechos “asombrosa y maravillosamente” (Sal. 139:14), podemos pensar, sentir, amar, afligirnos, reír y llorar juntos como matrimonio. Considere el testimonio que da al mundo un matrimonio entusiasta y lleno de alegría.

Propósito – “Conmigo”: Nuestras conductas y hábitos antes del matrimonio suelen ser un reflejo de cómo seremos después. Si mi prioridad ha sido honrar al Señor, esto naturalmente continuará y se hará más fuerte en el matrimonio cuando mi cónyuge comparte el mismo propósito. Y si no ha sido así, siempre hay oportunidad para un cambio positivo. Cuando un matrimonio decide poner a Dios en el centro, dejando de lado el egoísmo, la mayoría de sus problemas se resuelven de manera natural. El Señor les da la fortaleza necesaria para amarse, respetarse y considerar las necesidades del otro antes que las propias. En otras palabras, para vivir según Sus enseñanzas. Imagínese el testimonio poderoso que da a Dios un matrimonio que funciona de esta forma.

Unidad – “Exaltemos a una su nombre”: Esta hermosa frase nos habla de una unión verdadera y profunda. No se trata de una lucha de géneros, ni de quién manda a quién, sino de dos personas que Dios creó con el mismo valor y dignidad. Cuando marido y mujer exaltan juntos al Señor, encuentran en esta unidad la satisfacción de sus necesidades y aspiraciones más profundas. Considere el gozo perdurable de un matrimonio que vive en armonía, amándose desinteresadamente y cuidándose mutuamente según la Palabra de Dios. ¡Este es el maravilloso diseño divino para el matrimonio!

Grant W. Steidl