El Señor está cerca: Jueves 22 Enero
Jueves
22
Enero
Vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd. Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo.
Lucas 9:34-36
A solas con Jesús

Pedro dijo que esta voz provino de la magnífica gloria: “Porque cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz” (2 P. 1:17). Pedro, Juan y Jacobo entraron en la nube, lo que descubre ante nosotros este maravilloso hecho: en la gloria, de donde proviene aquella voz, los creyentes tienen el privilegio de permanecer y compartir el placer que el Padre tiene en su Hijo amado. No solo somos llamados a la comunión con el Hijo de Dios, Jesucristo, sino también a tener comunión con el Padre. Dios Padre nos permite participar del placer que él tiene en su Hijo amado.

“Cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo”. Todo lo que habían presenciado se desvaneció: la nube, la voz celestial, el resplandor de la gloria, Moisés y Elías; únicamente quedó Jesús. Entonces, los discípulos prosiguieron su camino junto a él, pero ahora lo conocían bajo la luz de aquellas escenas gloriosas que habían contemplado.

En ocasiones podemos experimentar una aprehensión vívida de realidades espirituales sublimes. Cuando estas experiencias se desvanecen temporalmente, como la escena en el monte santo, quedamos a solas con Jesús para continuar nuestro camino con él en espíritu. Entonces proseguimos en la luz y el poder de ese conocimiento profundo que hemos adquirido en el monte, teniendo comunión con las delicias del Padre. De esta manera aguardamos el regreso del Señor, cuando todo esto –y mucho más de lo que nuestros corazones pueden imaginar– se hará realidad eternamente para nosotros.

J. N. Darby
Tú que sufriste la dura cruz,
En horas negras de tempestad,
Sé de las almas celeste luz,
Grato consuelo, seguridad.

Fanny J. Crosby