El Señor está cerca: Miércoles 14 Enero
Miércoles
14
Enero
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Deuteronomio 6:5-7
Enseñar a nuestros hijos (1)

Dios ha dado a los padres la responsabilidad de enseñar a sus hijos. ¿Somos conscientes de que esto se aplica a todos los aspectos de la vida? De hecho, si somos padres, se trata de una de las principales responsabilidades que Dios nos ha encomendado. Cuando Dios liberó a Israel de la esclavitud en Egipto, él les dio instrucciones precisas sobre temas fundamentales para su corazón, incluyendo cómo responder cuando sus hijos hicieran preguntas.

Los padres primero deben poner en orden sus propias vidas antes de poder enseñar eficazmente a sus hijos. En circunstancias normales, los hijos pasan la mayor parte del tiempo con sus padres, observándolos en todo tipo de situaciones: planeadas e imprevistas, esperadas e inesperadas, buenas y malas.

Los padres primero deben amar al Señor antes de poder instruir adecuadamente a sus hijos en Sus caminos. Este amor debe ser profundo, con todo su corazón, alma y fuerzas, pues el objetivo va más allá de una simple instrucción académica acerca de quién es Dios. Buscan transmitir a sus hijos un profundo amor por Dios y por el Señor Jesús.

Esto es absolutamente fundamental. La vida diaria no debe limitarse a una simple rutina de unos minutos de meditación, que puede incluir una lectura y conversación acerca de las Escrituras, un par de oraciones y quizás un cántico. ¡El Señor debe estar presente e influir en cada aspecto de nuestra vida cotidiana!

Eugene P. Vedder, Jr.
Que el sentir de Jesucristo
todo el tiempo esté en mí;
Que su amor mi guía sea
en lo que hago aquí.

K. B. Wilkinson