La Buena Semilla: Lunes 20 Diciembre
Lunes
20
Diciembre
En cuanto él mismo (Jesús) padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
Hebreos 2:18
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Hebreos 4:16
Refugiados

“Una pareja con su bebé se refugian en el extranjero porque el gobierno de su país ordenó la masacre de los niños pequeños en su pueblo”. ¿Qué diríamos si leyésemos hoy en un periódico esta dramática noticia? Sin embargo, se trata del triste resumen de la huida de José con María y su bebé, llamado Jesús, cuando el rey Herodes mandó matar a todos los niños menores de dos años en el pueblo de Belén. Los padres de Jesús huyeron a Egipto y se quedaron allí hasta la muerte de Herodes (Mateo 2:14-15).

¡Cuántas situaciones similares se producen todavía hoy en varios países! ¡Cuántas familias tienen que dejarlo todo y huir de los conflictos! Es sorprendente saber que Jesús y sus padres pasaron por semejante prueba. El evangelista Mateo cita al profeta Oseas: “De Egipto llamé a mi Hijo” (Mateo 2:15). Este antiguo texto se refería inicialmente al pueblo hebreo que huyó de Egipto donde era esclavo, y fue perseguido por el ejército de Faraón.

Aplicando este versículo al regreso de Jesús de Egipto, Mateo subraya que a menudo el Señor Jesús tomó el lugar de su pueblo, que pasó por circunstancias y sufrimientos semejantes a los suyos. ¡Esto debería hablarnos! Jesús conoce nuestras tristezas; él mismo vivió muchas situaciones que nosotros también atravesamos.

¡Él puede comprendernos mejor que nadie, puede responder nuestras oraciones y consolarnos!

Zacarías 2-3 – Apocalipsis 13 – Salmo 145:1-7 – Proverbios 30:11-14