La susceptibilidad estropea nuestra relación con nuestros familiares, compañeros, vecinos. ¡Y somos nosotros las primeras víctimas ! En el creyente, la susceptibilidad es un indicio de que este no vive lo suficientemente cerca de Jesús, quien era un hombre manso y humilde de corazón. La mansedumbre, en la Biblia, caracteriza a aquel que no insiste en sus derechos.
Una sensibilidad exagerada, heridas internas acumuladas, injusticias… todo esto hace que veamos las cosas bajo un ángulo deformado, que cualquier cosa nos hiera o sea interpretada como menosprecio, burla o malevolencia… Es una fuente continua de sufrimiento tanto para el afectado como para los que lo rodean.
¿Qué ayuda tiene el cristiano para ver y sentir las cosas de otra manera ?
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Daniel 6 - 1 Juan 5 - Salmo 78 : 56-65 - Proverbios 18 : 18-19