La Buena Semilla: Lunes 7 Junio
Lunes
7
Junio
No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho el Señor.
Zacarías 4:6
Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.
2 Corintios 12:9
Una mano disponible

Desde la cumbre de la montaña sigo con mis ojos a un joven que trata de subir la cuesta en bicicleta. Debe recorrer muchas curvas para llegar a la cima. Por momentos pedalea claramente contra el viento que sopla fuerte. ¡No quisiera estar en su lugar! Pero de repente lo alcanza lentamente un vehículo lleno de gente y mercancía. En el momento en que llega a la altura del ciclista y lo adelanta, un pasajero que viaja en la parte trasera del vehículo le tiende la mano. A partir de entonces, la subida se hace más fácil; por fin llega a la cumbre y continúa alegremente su camino.

A veces estoy como ese joven en su bicicleta, cansado y agobiado. Mi vida, llena de dificultades, se parece a ese camino empinado, al viento contrario; a menudo estoy al límite del agotamiento. Pero a mi alcance tengo una mano poderosa disponible: la de Jesús.

Me basta acercarme a él y mantener ese vínculo de confianza con él, aunque solo sea con un “dedito” de fe. Eso bastará para que su fuerza se convierta en la mía. Esta ayuda poderosa y llena de sabiduría está a mi alcance todos los días y en cada situación. Está ahí, inagotable y siempre necesaria.

Me acompaña especialmente cuando hago algo para el Señor, algo que me parece demasiado difícil. Si confío en él, recibo la ayuda necesaria y le oigo decir: “Mi poder se perfecciona en la debilidad”.

“Clamó Asa al Señor su Dios, y dijo: ¡Oh Señor, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Señor Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos” (2 Crónicas 14:11).

2 Reyes 8 – Romanos 13 – Salmo 68:21-27 – Proverbios 16:29-30