La Buena Semilla: Miércoles 14 Abril
Miércoles
14
Abril
Somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
2 Corintios 5:20
Embajadores

Un embajador representa a un país y transmite los deseos y la voluntad de su jefe, es decir, de aquel que lo envía. Asimismo, el cristiano es un embajador de Cristo.

Todos los que han aceptado la gracia ofrecida por Dios entran en la presencia de Dios por la fe. Son ciudadanos del cielo. “Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Filipenses 3:20). En la tierra están al servicio de Jesucristo, hasta que escuchen su llamado para ser llevados de la tierra e introducidos para siempre en el cielo, en su presencia. “El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo… nosotros… seremos arrebatados… en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16-17).

La misión del cristiano en la tierra, mientras espera su destino final, es representar a Cristo, “el Hijo del Hombre, que está en el cielo” (Juan 3:13). Cuando Jesús estaba en la tierra, permanecía en continua comunión con su Padre en el cielo. Hacía el bien, pues Dios estaba con él (Hechos 10:38-39).

Cuando el cristiano ora y lee la Palabra, está en relación con Dios, quien está en el cielo. Pero teniendo como modelo la vida de Cristo cuando anduvo en la tierra, también es embajador. Es llamado a vivir como cristiano y a anunciar la buena nueva de salvación: ¡Reconciliaos con Dios!

“Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación” (2 Corintios 5:19).

Ezequiel 37 – 1 Pedro 1:1-12 – Salmo 44:1-8 – Proverbios 13:16-17