La Buena Semilla: Martes 30 Marzo
Martes
30
Marzo
¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
Isaías 5:20
Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
Romanos 12:9
El bien y el mal

En los países cristianizados, hasta hace poco tiempo, la conciencia colectiva todavía reconocía una distinción entre el bien y el mal, fundada en la enseñanza de la Biblia, aunque muchos no lo supieran ni reconocieran su autoridad. Hoy, sobre numerosos puntos que la Biblia condena, se prohíbe decir: “Está mal”. El alejamiento de Dios y un ateísmo más o menos marcado borran toda referencia moral. Aún más, so pretexto de secularidad, de libertad, la rebelión contra Dios gana terreno.

Pero la Biblia, la Palabra de Dios, sigue siendo la referencia inmutable del cristiano que quiere ser fiel. Ella siempre le enseña lo que está bien y lo que está mal a los ojos Dios. Le muestra la actitud que debe tener frente a lo que está mal. Lo conduce a hacer el bien en sus relaciones con sus semejantes.

Dios no pide al creyente que trate de mejorar una situación que la Palabra condena, ni que se comporte en el mundo como si este estuviese en orden, ni que se acostumbre a las cosas que ensucian la mente. Incluso en medio de un mundo inmoral, Dios enseña al creyente un camino de pureza aprobado por él. El cristiano aprende a discernirlo mediante la fe, para su bien (Hebreos 5:14). Es el camino que Jesús el Salvador, el hombre perfecto, trazó (Hechos 10:38).

Cristianos, recordemos la oración que Jesús hizo por los que salvó: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” (Juan 17:15).

Ezequiel 23:28-49 – Hechos 28:17-31 – Salmo 37:30-34 – Proverbios 12:17-18