La Buena Semilla: Domingo 10 Enero
Domingo
10
Enero
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo (Dios) para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1:9
Arrepentíos, y creed en el evangelio.
Marcos 1:15
¿Por qué perdona Dios?
Leer Lucas 15: 11-32

A veces escuchamos el refrán: “Pecado confesado, pecado medio perdonado”, para animar al culpable a confesar su falta. Es difícil confesar un error porque tememos el castigo. Pero en este refrán no se habla de arrepentimiento, sino más bien de atenuar las consecuencias de la falta. ¡Así no podemos acercarnos a Dios!

En el relato de Lucas 15, el hijo indigno dejó la casa paterna para llevar una vida desenfrenada; luego comprendió la gravedad de su estado. Entonces, consciente de haber actuado mal, decidió volver a la casa de su padre. Pero antes de poder presentarse ante él, lo vio ir a su encuentro, movido a misericordia. “Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo” (v. 21).

Así ocurre siempre con Dios. Él perdona y justifica a todo aquel que se arrepiente sinceramente y confiesa sus pecados. “Mi pecado te declaré… y tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:5).

El perdón completo y definitivo de Dios se da cuando le confesamos nuestros pecados. Dios es amor y perdona al que reconoce que ha pecado. Dios es justo y santo; su perdón se ejerce con justicia porque Jesucristo expió en la cruz los pecados de todos los que creen en él. Sufrió el juicio en nuestro lugar, por ello Dios no se acordará más de nuestros pecados (Hebreos 8:12). ¡Así es la inmensa gracia del Dios de amor hacia cada uno de nosotros, si nos arrepentimos y vamos a Jesús!

1 Samuel 6 – Mateo 8:1-22 – Salmo 7:1-8 – Proverbios 3:1-6