Muchos versículos hablan de la fidelidad de Dios. Él es fiel para:
1. Perdonarnos gracias a Cristo:
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
2. Conducirnos en una comunión cada vez más estrecha con el Señor:
“Os confirmará hasta el fin… Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor” (1 Corintios 1:8-9).
3. Dar una salida a nuestras pruebas:
Sentimos que nuestras fuerzas flaquean y el horizonte parece desolador, pero animémonos, pues está escrito: “Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13).
4. Santificarnos, es decir, separarnos para él:
“El mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará” (1 Tesalonicenses 5:23-24).
5. Cumplir sus promesas en Cristo:
El futuro del creyente está ligado a las profecías que tienen que ver con Jesucristo en el cielo. Por ello, “mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (Hebreos 10:23).
Josué 22:1-20 – Santiago 2 – Salmo 136:23-26 – Proverbios 29:3-4