La Buena Semilla: Martes 24 Noviembre
Martes
24
Noviembre
Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
Proverbios 3:5-6
Él tiene cuidado de vosotros.
1 Pedro 5:7
Confianza y dependencia

Todos conocemos la historia David, el joven pastor que venció al gigante Goliat, un hombre de guerra temible y bien armado. David lo venció con su honda y una piedra que encontró en el río. ¿Cuál fue el secreto de tan gran victoria? Su fe, su confianza en Dios, cultivada día tras día en su vida de pastor. Buscar diligentemente la voluntad de Dios y tratar de agradarle, dieron a David la inteligencia y la sabiduría para actuar. Es un ejemplo de confianza y dependencia de Dios.

A menudo nosotros actuamos de forma independiente, ¡como si pudiésemos dirigir nuestra vida! ¿Quién cree poder enfrentar la presión del mal que nos acosa? En medio de la adversidad, ¿dónde encontrar la fuerza, la sabiduría y la paz, si no es en Dios?

Dos cosas son indispensables: la lectura de la Palabra de Dios, para depender del Señor, y la oración para confiar en él. De esta manera, viviendo cerca de él, nos acostumbramos a encomendarle toda nuestra vida, nuestras decisiones y luchas internas, todo lo que nos preocupa, y a esperar de él la salida.

El Señor Jesús no solo nos salvó de la muerte eterna, sino que se ocupa de toda nuestra vida. Él nos ayuda a tomar buenas decisiones tanto para los asuntos más importantes de nuestra vida como para los más sencillos. Abandonarse a los cuidados y a la fidelidad del Señor no es despreocupación ni prudencia, sino reconocer la infinita grandeza de Su sabiduría y la fuerza de Su amor por nosotros.

Josué 12 – Hebreos 12:1-11 – Salmo 132:8-12 – Proverbios 28:13-14