“Cuando mi esposa decidió elegir otra vida, me encontré solo en nuestro apartamento. Después de algunas semanas no pude pagar más el alquiler y, lleno de deudas, tuve que vivir en mi carro (coche). La depresión y la angustia me invadieron. Hasta pensé poner fin a mis días. Un amigo cristiano me aconsejó hablar con Dios para pedirle su ayuda. Y lo hice sinceramente, por primera vez, esa misma noche. Oré a Dios con confianza, y entonces sentí como unos brazos que me rodeaban. Lleno de una paz indescriptible, me dormí en el aparcamiento ¡sobre el volante de mi auto! Desde que mi corazón fue marcado por su amor, Jesús produjo una verdadera y completa restauración en mi vida. Por eso hoy deseo compartir este mensaje de amor que tanto me conmovió”.
Números 11 – 1 Juan 1 – Salmo 78:1-8 – Proverbios 18:9-10