He aquí el ojo del Señor sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia.
(El apóstol Pablo en prisión dijo:) El Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas.
Esta es la versión española del poema escrito por Civilla Martin después de su visita a la señora Doolittle (ver la hoja de ayer).
¿Cómo podré estar triste,
Cómo entre sombras ir,
Cómo sentirme solo
Y en el dolor vivir,
Si Cristo es mi consuelo,
Mi amigo siempre fiel,
Si aún las aves tienen seguro asilo en Él?
Coro:
¡Feliz, cantando alegre,
Yo vivo siempre aquí;
Si Él cuida de las aves
Cuidará también de mí!
“Nunca te desalientes”,
Oigo al Señor decir,
Y en su palabra fiado
Hago al dolor huir.
A Cristo paso a paso
Yo sigo sin cesar,
Y todas sus bondades
Me da sin limitar.
Siempre que soy tentado,
O que en la sombra estoy,
Más cerca de Él camino
Y protegido voy.
Si en mí la fe desmaya
Y caigo en la ansiedad
Tan solo Él me levanta,
Me da seguridad.