La Buena Semilla: Martes 3 Noviembre
Martes
3
Noviembre
No seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
Efesios 5:17
Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2
Sumisión y confianza en Dios

«Cuando terminé mis estudios, quería irme al extranjero. Un amigo me había dicho que en Kuwait se podía ganar mucho dinero. Entonces me preparé duro para el concurso. Oré a Dios para que me ayudara. El día del examen estaba segura de haber aprobado: me había preparado bien, había orado, las preguntas parecían fáciles. Me fui feliz a casa: ¡ante mí se abría un gran futuro!

Pero el puesto fue dado a otra persona. Toda mi preparación, mis oraciones… ¿para qué? Enojada y abatida, me distancié del cristianismo: no más oraciones. Estas no me habían servido para nada. Poco después encontré un trabajo en mi ciudad… Luego estalló la guerra en el país al que yo había querido ir. Rápidamente fue ocupado y destruido en parte… No había noticias del hombre que había obtenido el trabajo…

Dios no había respondido mis oraciones, precisamente para mi bien. Su mano me había retenido. Triste por mi amigo y avergonzada ante Dios, volví a leer la Biblia. Mis ojos se abrieron: Jesús murió en la cruz por mí, voluntariamente y por amor. Sí, hoy Jesucristo es mi Salvador y mi Señor».

A menudo Dios nos guía de forma diferente a la que habíamos imaginado. Si dice “no”, estemos atentos: es para nuestro bien. Jesús invitó a sus discípulos a orar al Padre y a decir: “Hágase tu voluntad” (Mateo 6:10). En un momento dramático, él mismo dijo a su Padre: “No lo que yo quiero, sino lo que tú” (Marcos 14:36).