La Buena Semilla: Sábado 26 Septiembre
Sábado
26
Septiembre
Mientras él (Jesús) aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo (a Jairo): Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro? Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.
Marcos 5:35-36
Jesús y los padres (4)
Leer Marcos 5:21-43

Jairo, un principal de la sinagoga, rogó a Jesús que fuera a sanar a su hija de doce años, que estaba agonizando. Jesús fue con él, pero en el camino una mujer enferma desde hacía doce años tocó discretamente su manto, esperando ser sanada. Jesús se detuvo y se tomó el tiempo para ocuparse de ella.

Qué angustia para Jairo: ¡Jesús se demoraba con esta mujer, mientras su hija agonizaba! La mala noticia no tardó en llegar: “Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?”.

Al oír esto, Jesús tranquilizó al padre: “No temas, cree solamente”. A los que se lamentaban y lloraban, Jesús les dijo: “La niña no está muerta, sino duerme”. Y se burlaron de él. Pero Jesús echó fuera a todos. Luego tomó a los angustiados padres y a tres de sus discípulos, entró en la habitación donde la niña estaba tendida en la cama, le tomó la mano y le ordenó levantarse. En seguida ella se levantó y caminó.

Notemos los siguientes puntos:

– Esta vez Jesús no actuó como en el caso anterior, sino que fue hasta la cama de la niña.

– El estado espiritual de nuestro hijo puede parecer desesperado. Si los que nos rodean se muestran escépticos ante la posibilidad de un cambio, no temamos; creamos solamente.

– La niña resucitada nos recuerda a un joven convertido a Cristo, cuya nueva vida necesita alimento. El Señor invita a los padres a alimentarlo.

– También habla a los padres y fortalece su fe.

(continuará el próximo sábado)