La Buena Semilla: Jueves 10 Septiembre
Jueves
10
Septiembre
Es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
2 Corintios 5:10
Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él… Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios.
Apocalipsis 20:11-12
Dos tribunales

En la Biblia, Dios es llamado “el Juez de toda la tierra” (Génesis 18:25). A lo largo de ella encontramos expresiones similares: “Hay Dios que juzga en la tierra” (Salmo 58:11); Dios es “el Juez de todos” (Hebreos 12:23).

Después de nuestro paso por esta tierra, cada uno tendrá que comparecer ante un tribunal (Hebreos 9:27). Pero hay una gran diferencia entre los que hayan recibido a Cristo como Salvador y los que no hayan creído en él.

– El que cree “tiene vida eterna; y no vendrá a condenación” (Juan 5:24). Su nombre está escrito “en el libro de la vida” (Filipenses 4:3). Todos los creyentes tendrán que comparecer ante el tribunal de Cristo, pero no serán condenados, porque Cristo sufrió el castigo que ellos merecían. Sus hechos, sus palabras, incluso sus pensamientos y sus motivaciones, saldrán a la luz. Por algunas cosas sufrirán “pérdida”; por otras, producidas por la gracia divina, recibirán “recompensa” (1 Corintios 3:14-15).

– Los que mueran sin haber aceptado la gracia de Dios comparecerán ante su tribunal. Todo lo que hayan hecho será mostrado por la luz divina, y no resistirá la santidad de Dios. Al no estar escritos en el “el libro de la vida” (Apocalipsis 20:15), serán condenados, y su juicio será inmediato y definitivo. Ya no habrá más gracia para ellos. Sin embargo, aún hoy, esta gracia es ofrecida a todos los habitantes de la tierra.